El valioso aporte que han ofrecido los autores del presente artículo, lleva a reflexionar sobre la importancia de tener en consideración, la estrecha relación e impacto que existe entre: la ansiedad, depresión y redes sociales; particularmente en los adolescentes.
La ansiedad y la depresión son trastornos que repercutenen el nivel global del funcionamiento del paciente, siendo evidente en diferentes ámbitos como: el área académica, familiar, laboral, entre otros. Ambos trastornos afectan a muchas personas, lo que conlleva a que sea un problema de salud pública; es de mencionar que son más frecuentes de encontrar de lo que parece.
Las personas que padecen ansiedad pueden, consumir alimentos en abundantes cantidades y en horarios inapropiados. Se suele consumir alimentos con gran cantidad de
carbohidratos, que no son alimenticios o nutritivos. Por ende, impacta en el área nutricional del paciente. Por ejemplo, en algunos pacientes con diagnóstico de ansiedad y también con depresión, puede apreciarse el aumento del consumo de alimentos en forma acelerada o desproporcional; propiciándose un aumento de peso o sobrepeso. En otros casos de depresión, más bien se puede apreciar en el paciente un bajo peso, debido a que presenta poco apetito.
En el caso de algunos pacientes con depresión, suele apreciarse decaimiento y poca actividad física, eso conduce al sedentarismo, tendencia al sobrepeso y aislamiento. Pudiera producirse un círculo negativo necesario de culminar, para mejorar la calidad de vida. Debido al estado de ánimo, el paciente deprimido no quiere realizar ningún movimiento físico. Se puede notar sobrepeso, teniendo repercusiones negativas tanto físicas como mentales.
Relacionado con lo expuesto anteriormente y lo encontrado en la investigación de los autores, es de mencionar las redes sociales. Evidentemente, lo social tiene gran importancia en la vida de los seres humanos, como ente, que se caracteriza por la necesidad de interactuar y establecer lazos sociales significativos con el otro y su salud mental. Las redes sociales son de mucha utilidad, en el caso de que sean bien utilizadas; logrando adquirir contactos que sean de apoyo, soporte y por ende generadores de salud mental. Sin embargo, el mal uso puede propiciar aislamiento, relaciones superficiales, adquirir creencias y necesidad de cumplir con ciertos estándares, para poder ser valorizado por otros. Así mismo, se tiende a crear modelos de lo que pudiera permitir ser feliz o alcanzar el éxito en las personas. Además, los deseos de pertenecer a ciertos grupos particulares, especialmente en los adolescentes.
Actualmente, se ha observado el incremento en los adolescentes en el uso de las redes sociales, llevando a tener mucho tiempo en que dejan de interactuar en su núcleo familiar y social cercano. Los jóvenes mantienen exagerada cantidad de horas, que traspasan el horario nocturno de descanso, propiciando el desarrollo de otros trastornos, como es el del sueño. Otro aspecto a considerar es el aislamiento, debido a que a pesar de utilizar las diferentes redes de carácter social, no interactúan de manera personal; dejan de estar con las otras personas que son significativas. Dejando de cultivar vínculos que sean realmente importantes en su medio familiar, académico, vecinal, entre otros. Así mismo, de conocer otras personas en los diferentes medios en los cuales se desenvuelven. Aunado a eso es de considerar que son interacciones sin ningún tipo de afecto ni apego.
El uso exagerado de las redes sociales, puede conllevar a que la persona deje de realizar diversas actividades y cuidarse en el área alimenticia, comiendo a deshoras y sin ningún tipo de hábitos. Eso hace que existan cambios negativos en su alimentación y peso, repercutiendo en su nutrición y en las otras áreas ya mencionadas. La adiposidad corporal: afecta la salud física y mental, el sedentarismo puede generar efectos negativos como una enfermedad crónica. Además, repercutir en aspectos de índole psicológica; como lo emocional, la autoimagen y la autoestima (negativa). Los autores mencionan, que aunque en este estudio los indicadores de adiposidad corporal no se asociaron con el uso de redes sociales, los hallazgos sugieren que los adolescentes con un elevado número de horas en redes sociales, adoptan estilos de vida que perjudican principalmente su salud mental. Por lo que considero, que nada en extremo es bueno, por más que sea del agrado de una persona. Si algo se realiza en extremo, aunque sea bueno; puede cambiar a ser algo negativo o contraproducente. La sabiduría y lo sano, es el equilibrio y nunca los extremos.
Las redes sociales son un valioso recurso que si son utilizadas adecuadamente, puede permitir una interacción, con gran enriquecimiento social y cultural.Con un buen uso de las redes sociales, se puede ayudar al paciente con ansiedad y depresión; porque por lo general tienden al aislamiento. Las redes pueden ayudarlo a interactuar si se les da un buen uso. En cambio el uso inadecuado y desproporcionado del tiempo en las mismas, conduce a relaciones de carácter superficial, en los que no hay un vínculo ni red que tengan conexión afectiva y mucho menos significativa. En las redes encontramos modelos de lo que pueden ser líderes e influencers, que impactan de manera positiva o negativa en la persona. Es importante considerar que el adolescente se encuentra en una etapa, en que se desea y necesita ser aceptado e incluido dentro de los grupos, en particular por sus pares.
Es importante el abordaje de la ansiedad y depresión, desde diferentes ámbitos o especialidades. Por ende, es relevante darle un lugar prioritario a la salud mental, el tema expuesto por los autores es un gran aporte y tiene relación con la salud pública, física, mental, nutricional y pediátrica. Lo que permite, hacer énfasis en que se requiere implementar estrategias pedagógicas y psicoeducativas, que permitan disminuir el número de personas afectadas y darles respuestas positivas a la población adolescente. Por ejemplo, la ansiedad y depresión se puede combatir a través de la actividad física, los beneficios del deporte son ilimitados. Si se le da un buen uso a las redes sociales, pueden ser un medio para evitar y combatir el aislamiento, tan frecuente en pacientes con depresión. Lo fundamental es la adquisición, mantenimiento y fortalecimiento de estilos de vida que sean positivos y saludables para las personas; permitiendo tener una mejor salud mental y calidad de vida.